miércoles, 23 de octubre de 2013

Retomando proyectos


Han pasado tres años. 

Releo, y sonrío. Desde aquellos días en los que mis miedos a dejar solito a mi "niño" durante un rato nocturno en casa, ha llovido, ha salido el sol, ha vuelto a llover.


Han pasado cosas, lógico, porque la vida ha seguido su curso, trayendo y llevando más miedos, más penas, más alegrías, alguna preocupación.


En estos tres años, me he dejado en el camino trozos de mí, de esa mismidad a la que hace referencia el título de este blog. Ha salido gente de mi vida, y apenas ha entrado gente nueva. A veces, el dejar personas en el camino es desprenderse de piedras que nos dificultan el poder seguir caminando. Hoy camino más ligera.


Cada día de estos tres años ha sido un aprendizaje, un paso más al autoconocimiento. He medido mis fuerzas conmigo misma, con mis miedos e inseguridades. Y voy acercándome paso a paso a la meta.


He viajado, he descubierto el paraíso de la mano de mi compañero de viaje, mi mejor amigo, mi esposo. Hemos construido juntos recuerdos y esperanzas muy lejos de nuestra casa física, y nos hemos dado motivos para seguir amándonos y caminando juntos en la misma dirección.



Hemos fortalecido los lazos de nuestra relación, a base de hacer frente común a problemas externos, que lejos de abrir brechas entre nosotros, han solidificado nuestro matrimonio. Hemos salido vencedores. No podía ser de otra manera.

He descubierto que me gusta hacer pan! Ya ves tú.... a mis años! 



Y por fin, he conseguido mirarme al espejo y gustarme lo que veo. La cara que veo reflejada me cae bien, muy bien! 


Como siempre, adelante!



1 comentario:

  1. En estos tres años me has dado motivos y pruebas para tener que quererte aún más...aunque siempre había creido que eso era imposible.

    Veo tu cara y veo tu crecimiento personal; las huellas de cada vivencia y sé que la balanza canta a tu favor.
    Y yo me alegro.

    ResponderEliminar